Increíble anfitrión, muy amable, personal y cercano. Decoración interior y exterior muy cuidada. Es como estar en una casa antigua con comodidades actuales. Muy acogedor. Desayuno muy bueno. La piscina se podía utilizar hasta tarde por lo que al llegar de un día de excursiones se agradecía el relax.
Para visitar el Caminito del rey, elegimos este alojamiento: una casa antigua, de pocas pero espaciosas habitaciones, desayuno incluido en el precio y un magnífico y tranquilo patio con piscina. También se puede cenar. La limpieza es impecable, la tranquilidad una constante y los precios, bastante razonables. Las habitaciones disponen de baño, son cómodas y hay en ellas agua de cortesía, que reponen a diario, ya que el agua del grifo no se debe tomar en esta zona. El anfitrión, belga, ofrece también una variada gama de cervezas de aquí y de allí. Lo que menos nos ha gustado es lo incómodo fue el acceso en coche, harto complicado, sobre todo si se llega por la noche y no se conoce la zona. La decoración taurino/religiosa tampoco nos gustó mucho, en un sitio tan bonito... Lo que más, la limpieza en toda la casa, la calidez y amabilidad de quienes atienden y la tranquilidad del lugar. Una buena elección para visitar esa zona...…
Con motivo de una celebración familiar, reservamos las 5 habitaciones que tiene la casa y disfrutamos mucho de ella. Los dueños, encantadores, Olivier deseando agradar en todo lo posible. Les deseo todo lo mejor,y esperamos volver a vernos.
Estuvimos tres días estupendos, toda la familia, y con niños pequeños. Todo estuvo mejor que lo que planeábamos y el dueño Oliver, super encantador. Desayuno del 10 y las cenas que hicimos también. Volveremos.
Hemos pasado dos noches estupendas en este hostal. Es una casa con mucho encanto y muy bien conservada, además está al lado del centro de Álora. Nuestra habitación tenía vistas al castillo y era bastante amplia, además la limpieza es de 10!! Lo recomiendo absolutamente para viajar con niños y perros, ya que son bienvenidos también. Olivier es un encanto y muy servicial. A pesar de viajar en una época complicada con restricciones, Olivier nos dio de cenar sin ningún problema, y el desayuno también de 10. Los crepes son increíbles!! Definitivamente, un lugar dónde desconectar y sentirse como en casa. Además, dentro de poco tendrá una piscina bastante grande en el jardín, así que en verano puede ser un fantástica idea visitarlo!! Gracias por todo!!
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