Si buscas un hostal romántico en Biar, no te pierdas Mas Fontanelles.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (3,5 km), que se encuentra en los alrededores, hace de Hotel Mas Fontanelles un magnífico sitio donde alojarse para aquellos interesados en visitar este conocido punto de referencia de Biar.
Las habitaciones de los huéspedes incluyen televisor de pantalla plana, aire acondicionado y mesa de escritorio, y Mas Fontanelles te ayuda a que estés conectado, ya que dispone de wifi gratuito.
También puedes aprovechar algunos de los servicios que ofrece el hostal, como servicio de habitaciones, sombrillas para el sol y sillas de playa. Además, los huéspedes pueden disfrutar de piscina y bar durante su visita. Otra ventaja añadida es que hay parking gratis disponible para los huéspedes.
Cuando estés en Biar, es posible que te apetezca probar tapas en algún restaurante cercano, como Jadube Pop Cafe.
Si buscas cosas que hacer, considera Castillo de Biar, un lugar histórico popular entre los turistas.
El personal de Mas Fontanelles está deseando atenderte durante tu visita.
Pasamos dos noches, con pocas de una reunión familiar. Se trata de un hotel en una casa antigua reformada y muy bien acondicionada. Las habitaciones tienen un encanto especial, muy bien equipadas, agradables y cómodas. Las zonas comunes, tanto las interiores como las exteriores, son placenteras y tranquilas. Los desayunos sencillos y abundantes, con tortas elaboradas artesanalmente. El domingo nos hicieron una paella, comiendo en la zona exterior. Fue una comida muy agradable, de calidad, con muy buen servicio y postres caseros. Roberto e Isabel fueron unos anfitriones agradables, disponibles y profesionales, atendiendo a nuestras necesidades. El precio ajustado a la calidad del hotel y a los servicios prestados. Totalmente recomendable para pasar unos días relajados y de desconexión, rodeado de naturaleza y tranquilidad.…
El hotel en sí es precioso. Un ambiente muy tranquilo, en medio de la montaña donde descansar y desconectar. La decoración del hotel es estilo rústica. Las habitaciones están bien equipadas, aunque hay alguna diferencia entre habitaciones similares. Camas muy amplias y cómodas. Cuenta con radiadores en las habitaciones. El único punto a mejorar es la comida. Está muy buena y es casera, eso ante todo, pero estaría bien conocer el menú de antemano. En ningún momento te dan a elegir qué plato quieres, te lo sirven directamente. Estaría bien poder elegir. Ojo! Las bebidas se pagan a parte. El desayuno cuenta con leche, café, bizcocho casero, zumo, tostadas con tomate/mantequilla y mermelada y jamón y queso. Tampoco puedes elegir nada, se sirve a mesa completa. Por último, agradecer a Isabel, la dueña, la detallada explicación que nos dio sobre qué ver y dónde comer en la zona. Muchas gracias!…
Pasamos un fin de semana para desconectar en pareja en este espectacular mas. Dispone de un buen aparcamiento, se llega fácil, el silencio es increíble y dispone una decoración muy hogareña. Sin embargo, hay cuestiones que terminaron afeando un poco la estancia. El trato por parte del personal fue correcto, pero excesivamente frío o poco empático. No había servicio de comedor a no ser que se reservara con un día de antelación y la oferta era igualmente inesperada; un menú a 17 euros que no indicaba de qué se componía y no incluía bebidas. Asimismo, si bien el mas disponía de muchos servicios y estancias atractivas, las mismas no estaban disponibles. En el jardín no se encendían las luces de noche, los asientos de terraza no tenían los cojines puestos, la chimenea no se encendió ningún día a pesar de estar a -2 grados en la zona y la primera noche se apagó sola la calefacción de la habitación (uestión esta última que una vez notificado se arregló con prontitud). En otro orden de cosas, no se nos pidió el certificado COVID. Ciertamente habíamos pocas personas hospedados, pero siendo que todos desayunábamos en la misma sala, esto debería haber sido de carácter obligatorio. Nuestra estancia incluía desayunos. Quiero resaltar aquí que si bien no había un abanico amplio donde elegir, sí que disponían de leche vegetal (algo que los intolerantes a la lactosa valoramos muy positivamente) y el bizcocho estaba espectacular.…
Los dueños muy agradables, sobre todo ella. Habitaciones muy cómodas y silenciosas, con aire acondicionado. Había un par de lámparas que no funcionaban. Cenas buenas. Desayunos algo escandís. La piscina muy descuidada
Estuvimos alojados recientemente en este hotel y la experiencia fue muy buena. Las instalaciones están muy bien mantenidas y cuidadas, desde las habitaciones hasta el amplio jardín, piscina exterior y zonas interiores. El servicio de cena estuvo muy bien y la única pega sería el de desayuno que, en ocasiones, resultaba un poco lento. Por lo demás, estamos muy agradecidos al personal por el trato recibido en todo momento. Destacar que está ubicado en una zona tranquila desde la cual se pueden realizar excursiones a pueblos y ciudades del interior (el mismo Biar es muy recomendable).
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