Este joven chef de 22 años tiene mucho para estar entre los mejores de su generación. Además, el restaurante goza de un servicio de mesa impecable asociado a un entorno inolvidable. Vale la pena ir...
Fuimos ha cenar este año, igual que los anteriores veranos. La comida es espectacular, el chef se luce en cada plato. Todos son originales, muy elaborados y de calidad. Además el servicio es muy bueno, incluso el propio chef sale a servir los platos y te hace una explicación de cada uno. Espectacular como siempre. Muy recomendable, de los mejores restaurantes de la isla.
Hemos pasado unos dias muy agradables, relajados y disfrutando del espectacular menu de Jose Borras, un crack de la gastronomía menorquina. FELICIDADES a todo el equipo. Las instalaciones totalmente reformadas i en plena naturaleza
Al margen de ser un sitio estupendo rodeado de naturaleza y muy cerca de Alaior cuenta con un personal que proporciona un trato magnífico y muy cercano. No entiendo la crítica despiadada de la persona que tanto se queja. En todo lo que observas te reflejas, igual todo eso malo que ves es lo que tienes dentro de ti. Muy prometedor el chef y materia prima excelente.
Una decepción total! Una vez leí que este chef quería conseguir la primera estrella michelin de la isla, pero lejos de conseguirla está en el camino correcto para estrellarse!! Primero un vino tinto de gama alta servido a temperatura cocina y no bodega. Tuvimos q pedir una cubitera. Platos: - Revoltillo y anguila ahumada: el huevo aguado y frío. La anguila minúscula y fría de nevera. No entendí la fusión. Chef el hecho de sacar el plato con una campana de humo no ahúma los alimentos. - Donut de rabo de toro: mucha Florecita pero el rabo no estaba nada jugoso. - Cangrejo de cáscara blanda: el cangrejo estaba ok. Pero el caldo de cangrejo de la base sabía demasiado fuerte y con un retrogusto muy amargo. Las mini berenjenas crudas e incomestibles Y los tirabeques pasados de cocción. - Tataki de atún. No estaba cocinado al momento. La salsa excesiva y probablemente industrial. Y el wasabi fresco q se sirvió en el borde del plato! Era de tamaño de una micra. Pedí más y me sirvió una micra más. En fin! Un despropósito - Por supuesto pasamos de pedir poste!! Resto de mesas. Tiempos de espera excesivos. Había solo 6 mesas y cada vez que miraba la mitad de las mesas estaban esperando comida. Los camareros no son de escuela. Me quedé en shock al ver un camarero recoger las migas de pan de una mesa con sus propias manos!! Una lástima!! Vinimos muy ilusionados pero comimos muy mal. El resumen: un quiero y no puedo. Mucha flor y brotes para adornar y poco o nada sabor. Le falta escuela! Cualquier persona Gourmet se dará cuenta enseguida que se ha equivocado de sitio. Decepcionante!…
¿Es propietario o gestiona este establecimiento? Reclame su perfil de forma gratuita para responder a las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Hacerse con el control de su perfil