Muy soberbios, estás haciendo el camino de Santiago y quieres un agua y te echan. Deciden sin criterio quién si y quien no. Me sentí muy ofendida. Esta no es la amabilidad gallega. No dan un buen servicio si no estás alojada.
Nada recomendable, comida cara, cama dura, baño sucio, y toallas viejas, olor a humedad, y el trato con el empleado alto, muy seco, habitación muy pequeña, por todo ello no volveré y no lo recomendaré. También carece de ascensor y hay que subir las maletas por la escalera.
Me parece lamentable que se abuse de la situación del sitio, al no haber nada parecido en los alrededores, donde comer y pernoctar. Los precios caros para el camino de peregrinos, las habitaciones, al menos las nuestras, pequeñas, y bastante sucias, alguna toalla con agujeros y una alfombra muy oscura ocupando media habitación. En el comedor te invitan a marcharte antes de que termine la hora de la cena, para preparar el desayuno del día siguiente. En fin muy lamentable tanto los precios, como el cuidado de las instalaciones donde pernoctar.
En el restaurante tienen menu caro (y solamente para cenar), por 27 euros, pero si lo pides para compartirlo con otra persona te cobran 6 euros más sin avisarlo previamente. Nos hemos sentido engañados. Además, a las 9 de la noche te “invitan” a irte porque quieren ponerse a preparar lo del día siguiente... aunque en los carteles del establecimiento pone que el último servicio es a las 21:30. Positivamente solo se puede decir que la comida es buena y el desayuno bien preparado. A mediodía, para comer no hay menú y hay que ceñirse a una carta reducida de opciones pero también cara. Tortilla de patata con pulpo 27€ o una bandeja de calamares 22€. En el hotel las habitaciones son diminutas, antiguas y no muy limpias. La televisión no funciona y la cama de colchón duro y de tamaño pequeña para la pareja. Las toallas rotas. Además hay que subir y bajar la maletas a mano por la escalera ya que no hay ascensor.…
Pésimo lugar y comida, no hacen justicia las opiniones, es una mala calidad y muy malos modales del dueño, es impresionante que en Galicia te pongan de desayunar pan de molde y no te den opción, es una lástima, el peor sitio donde he comido, no lo recomiendo
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