Hotel muy recomendable. Una situación excepcional frente a una playa muy buena. Zona tranquila. Buena limpieza e instalaciones. La comida muy buena para un tres estrellas, el personal de comedor aunque se les notaba con poca experiencia fueron muy amables y serviciales, mención especial del jefe de comedor Pedro y de su buen trabajo. A mejorar un poquito el ascensor, solo hay uno y es muy lento. En lineas generales volveria otra vez sin dudar.
Es un hotel tranquilo para ir toda la familia con los niños, enfrente de la playa cruzas la pasarela y está, cerca del pueblo , el personal del hotel muy amable como Sandra y Ana en recepción y Adman del bar es una persona simpática y educada . El hotel también tiene apartamentos por si son más gente pueden comer también en el comedor , el buffet tiene una comida lo único que las paellas un poco caldosas y duro el arroz . Las chicas del comedor valen mucho como Laia , Maria y Ana , también hacen juegos para los niños todo el día, por la noche hacen baile para los mayores , en fin es un hotel muy tranquilo y acogedor y no es caro , pasas unas vacaciones excelentes . Lo recomiendo .
Hemos estado en este hotel , tiene 3 estrellas superior , se está muy bien enfrente de la playa a dos km del pueblo , los trabajadores muy profesionales como el director , la jefa de recepción Sandra , el buffet muy bueno como siempre, al jefe de cocina le doy enhorabuena por sus paellas , el comedor muy bien llevado por su mettre , Fátima, Laia , muy trabajadoras y amables , este hotel es el mejor que hay en Alcocebre , se está muy tranquilo , muy cómodo cerca del mar, por la noche hacen baile para todos , se puede bailar ,nosotros volveremos ,lo recomiendo .
Hotel tranquilo y familiar situado en una posición estratégica, en primera línea de playa que es uno de los puntos fuertes de la estructura; otro puntazo va a la limpieza y cortesía del personal! Laura y Ana de la recepción fueron muy amables y disponibles en cumplir con nuestras solicitudes y Jorge del bar muy simpático y educado. El hotel está un tanto antiguo, se deberían de cuidar más algunos detalles para darle más valor a la estructura pero por lo general el hotel está bien y se presenta muy limpio! Tuvimos que cambiarnos de habitación porque tuvimos problemas con los vecinos (demasiado ruidosos) pero la que nos dieron era demasiado pequeña para tres adultos, no se podía abrir ni siquiera el armario con la cama supletoria abierta. La piscina nos pareció demasiado pequeña, considerando la capacidad de la estructura: nosotros estuvimos bien porque visitamos el hotel en temporada baja pero no sabemos cómo puede estar llena en agosto; creemos que hay suficiente espacio para reformar la piscina y engrandecerla! Buffet con amplia elección de comida, hasta nos encontramos fideuá (plato típico de la C.Valenciana, junto con la paella) y fue una bonita sorpresa! Calidad de la comida en la media, había platos muy apetecibles u otros que estaban menos sabrosos pero al final al cabo apreciamos que pudieses elegir entre muchas opciones. En fin, calidad precio óptima, comparando lo que hemos pagado en pensión completa, 3 adultos con los precios exorbitantes de toda la comunidad valenciana.…
Esta vez elegimos una habitación más pequeñita, pero igual que siempre, perfecta en limpieza, espacio y luminosidad. En cuanto al buffet, muy rico todo, la comida está realmente sabrosa. Desde 2018 ha mejorado la opción de bebidas vegetales y leche sin lactosa en el desayuno, así como en el postre de las comidas que han incluido yogur natural sin lactosa. Se agradecería alguna otra variedad, pero es verdad que hay mucha fruta de temporada. El personal, como siempre, amable, simpático, atento y profesional. Seguro que volvemos otra vez.
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