Hotel The Originals Villa Borghese es una magnífica elección para los viajeros que visiten Greoux les Bains, ya que ofrece un ambiente para familias, además de numerosos servicios diseñados para mejorar tu estancia.
Para que te sientas como en casa, las habitaciones en el hotel incluyen televisor de pantalla plana, minibar y aire acondicionado, y mantenerte conectado es fácil, ya que hay wifi gratuito disponible.
Los huéspedes tienen acceso a servicio de habitaciones durante su estancia en Villa Borghese. Además, Villa Borghese ofrece piscina y desayuno, lo que hará tu viaje a Greoux les Bains incluso más gratificante. Y otra ventaja es que hay parking gratis disponible para los huéspedes.
Si buscas unos restaurantes de comida italiana, considera probar Les Oliviers, Doudou pizza o l Arlequin, que se encuentran muy cerca de Villa Borghese.
Si tienes tiempo, Parc Morelon y Château de Gréoux-les-Bains son atracciones conocidas a las que puedes llegar andando.
¡Disfruta de tu estancia en Greoux les Bains!
Reservé una habitación en este hotel para pasar el mes de junio en algún lugar de La Provence y poder recorrer por ese bello sector de Francia. Sólo me guié por las informaciones que encontré en internet y no me arrepiento de mi elección. Gréoux les Bains es una de esas bellas ciudadelas francesas, con historia (Pauline, la hermana de Napoleón,estuvo un tiempo en dicho lugar) y donde está la tercera estación termal más importante del país. La mayoría de los turistas va allí a hacerse tratamientos espéciales y es así como me encontré con mucha gente de edad avanzada, que busca tranquilidad. Tengo entendido que durante las vacaciones escolares van también niños para curar enfermedades respiratorias. La ciudad organiza muchos eventos culturales y de entretención, además de ferias donde se encuentra gran diversidad de artículos (ropa, joyas,artesanía, comida...) y hay un casino de juegos. El hotel acoge con gran cortesía y profesionalismo a este tipo de clientela, ofreciendo un ambiente plácido, piscina, gran terraza, parking y la posibilidad de comer en un restaurant de gran fama por la excelencia y la variedad culinaria, atendido en su gran mayoría por jovencitas extranjeras que, supongo, hacen allí sus prácticas y que son muy atentas y educadas. Es posible también almorzar en la gran terraza al aire libre, tomar bebidas o cocktails en el bar; en todas partes la gentileza abunda. Para contar con más espacio, reservé una habitación doble y me sorprendió su pequeño tamaño. A mediados de mes decidí pedir un cambio y tuve que pagar un suplemento de 20 euros diarios para tener una pieza bastante más espaciosa, con vista a la terraza y a un verde paisaje. Hay un centro de cuidados y tratamientos no termales, en el que siempre fui atendida a la hora prevista y donde recibí atención de excelente calidad. Se nota que el hotel es antiguo, pero está muy bien cuidado y existe preocupación por mantenerlo en buen estado y con bellas plantas y flores. Siempre había uno o dos floreros pequeños con hermosas y coloridas flores en mi habitación, detalle que se agradece. El desayuno tipo buffet, que puede servirse en la habitación o en el comedor, es abundante y de calidad; sin embargo, no varia nunca. La administración del hotel ofrece de vez en cuando un rico aperitivo a la clientela y el gerente se preocupa de saludar a todos y cada uno de los asistentes con simpatía. En resumen, si se busca tranquilidad absoluta, descanso, buena cocina, limpieza y cortesía, Villa-Borghese es el lugar indicado. Si además se quiere hacer paseos, caminatas u otras actividades, también las organizan. Para mi gusto, faltó un ambiente más alegre; me parece que podrían perfectamente realizar algunas tardes bailables, como lo hacen en otros hoteles del lugar y a las que asistí y comprobé el entusiasmo que se generaba. Creo que la gente mayor necesita poder optar por cierto grado de diversión y esparcimiento; me parece tanto o más saludable que los tratamientos corporales.…
Buena comida, excelente personal y excelente ubicación. Esta fue nuestra experiencia durante 6 noches en Villa Borghese durante un recorrido de senderismo con un pequeño grupo de canadienses. La habitación era buena, muy limpia, camas cómodas, un gran balcón con puertas correderas de cristal y mesa 2 sillas y baño con bidet, bañera / ducha y tranquilamente situado en una zona boscosa lejos de la carretera. Sin embargo, fue el personal cálido y acogedor que puso a este hotel en una clase especial. . . El personal de recepción y, sobre todo, el jefe de camareros en el restaurante. La comida fue maravillosa. La gente vino de todas partes para comer en este restaurante del hotel. Después de otros 10 días de viaje en Francia, incluido el tour posterior a París, esta fue una de las mejores comidas que experimentamos. Hay una pequeña piscina climatizada, todavía utilizable en octubre, y el hotel está situado en la ladera de una colina a las afueras de la ciudad y prácticamente al otro lado de la calle del gran complejo de baños termales grandioso, que no tuvimos la oportunidad de usar . A menos de 10 minutos a pie se encuentra el centro de la ciudad, que tiene tiendas y también hay una pequeña tienda de conveniencia justo en la parte inferior de la entrada del hotel que vende bocadillos y vino, si alguien está interesado. Por supuesto, nada es nunca perfecto, y nuestra única queja menor fue que las habitaciones estaban excesivamente cálidas por la noche porque el sistema de aire acondicionado estaba apagado porque era mediados de octubre y las temperaturas. más cálido de lo esperado para esa época del año. Finalmente abrimos las puertas de nuestro patio por la noche [sin pantallas pero tampoco con errores] y todo estaba bien. Como en la mayoría de las propiedades de hoteles más antiguas, tampoco hay enchufes USB y tampoco muchos enchufes de pared, por lo tanto, traiga convertidores que tengan múltiples puertos para recargar dispositivos electrónicos.…
Personal de recepción amable y servicial, siempre reconoció a los huéspedes con sonrisas de bienvenida. Nos ayudó a comprar boletos para eventos locales. Estamos contentos con nuestra habitación y la vista desde el balcón. El comedor era atractivo, la comida estaba deliciosa todos los días. Disfruté especialmente de la piscina ya que me estoy recuperando de una fractura en el hombro y una lesión en la parte superior del brazo. La natación suave fue perfecta. Algunas alfombras estaban un poco anticuadas, pero en realidad no importaba. Vimos una cancha de tenis en la parte trasera del hotel. Parecía que no se había usado durante mucho tiempo.
Recomiendo este hotel frente a las Termas de Greoux si busca un lugar tranquilo con piscina, estacionamiento gratuito, una amplia terraza con sillas relajantes y, en general, un muy buen restaurante con precios asequibles: 35 € para el menú de 3 platos, que Cambia todos los días. Solo la habitación individual era un poco decepcionante: cama pequeña, decoración antigua y mal olor del aire acondicionado.
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