El hotel es una monería, coqueto y acogedor, en plena naturaleza pero con todas las comodidades. Edificio muy cuidado, con todo lujo de detalles y con jardines preciosos, tiene también una zona con piscina y tumbonas para relajarte. Nathalie la dueña es un encanto, te recibe como si llegaras a su casa y te acompaña a conocer las distintas instalaciones. También nos orientó sobre el lugar donde poder cenar que resultó ser una magnífica terraza frente al mar donde disfrutamos de las vistas nuestra primera noche en Bretaña. El desayuno estupendo, todo elaborado por Nathalie. Lo disfrutamos también al aire libre, en una zona ajardinada que hay dispuesta para ello. En resumen, todo perfecto, repetiría sin dudarlo y lo recomiendo al 100%.
Que lugar tan espectacular en el noroeste de Francia Inimaginable que algo así exista fue una experiencia inolvidable y planeamos regresar por lo menos una vez al año. Limpio , increíble staff, silencioso , estupendo dramáticamente accesible pero lejos del ruido y del bullicio Una verdadera joya 100% recomendado
Solo podemos agradecerles nuestra maravillosa estancia insuperable gracias al trato exquisito de Nathalie y Patrick en su encantador hotel ! Desde la habitación , la terraza, el maravilloso jardín, la piscina , el desayuno completo , fresco y variado, hasta las dulces atenciones y mimos que hemos recibido ! Sinceramente esto es muy difícil de lograr , y ellos lo han conseguido . Un millón de gracias por todo ! Volveremos pronto y lo recomendamos encarecidamente !
Gracias a Natalie y Patrick disfrutamos de dos magnificos dias en en lugar ideal para desconectarse, lo cual no implica que no tenga todas las comodidades que le pides a un buen hotel. Es un lugar maravilloso, aislado pero cerca de multitud de sitios del Golfo de Mordihang. Pequeño hotel que hace sentir como uno más de la casa, con una estupenda piscina ... ideal para después de un día de visitas. Muy recomendable !
Qué gran elección para visitar esta zona de Bretaña. Tiene 5 habitaciones en una casa con un jardín especial, piscina y unos desayunos caseros en la terraza excepcionales. Destacar el excepcional trato de Natahlie y Patrick que hicieron de nuestra estancia una experiencia formidable, dándonos muy buenas recomendaciones tanto de visitas como de restaurantes.
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