Hemos pasado unos días en pareja en uno de sus áticos, los cuales cuentas con unas vistas inmejorables a la playa. La cocina fantástica, el servicio impecable, resaltando la amabilidad de todo el personal, principalmente la profesionalidad de Viliana, así como la de Clemente, y como no, la del resto del equipo en si, los cuales nos han hecho disfrutar de unas pequeñas pero muy agradables vacaciones. Repetiremos sin lugar a dudas.
El hotel tiene una ubicación fenomenal, al llegar a la habitación, verla, así como las vistas, dije: bua menuda pasada. La habitación amplia, con sofá, mesa y sillas junto la ventana, bañera con hidromasaje que no fuimos capaces a poner, aunque tampoco preguntamos como iba. Mueble bar muy completo, agua de cortesía. El desayuno muy bueno, es a la carta recién hecho según lo que pidas. Pedimos si tenían galletas para el crio y como no había la mujer que nos atendió nos puso un platito con galletas de las que ponen con el café, un detalle. Me gustaría volver en una fecha "más veraniega"
Cuando reservamos la habitacion, una suite con vistas al castillo, nos hicimos una idea equivocada de lo que seria. La habitacion es grande, el baño tambien, pero lujos muy pocos, mas bien una habitacion comoda y punto. Necesitamos 24hrs para sentir que teniamos aire acondicionado en la habitacion, vinieron a comprobarlo y nos dijeron que estaba funcionando bien, que no abriesemos las ventanas que es asi como funciona. El personal es amable y correcto, un detalle que no nos gusto fue que las chicas de la limpieza iban sin mascarilla mientras estaban limpiado la habitacion contigua, por lo tanto la nuestra también..., Pedimos si podiamos salir a las 14 hrs en vez de a las 12hrs, nos dijeron que si pero pagando 20€/hora todo lo que pase de las 12:00. La ubicacion muy buena, a pie de playa. …
Un buen hotel en el centro de Moraira. Habitaciones amplias y buen servicio. Un buen desayuno. Una pega: no hubo modo de ver los canales de RTVE y se trataba de Nochevieja. Nos hubiese dado igual cualquier otra noche, pero no esa. No hubo modo de solucionarlo.
Pare un día a desayunar en la cafetería de este hotel, el trato hacia mi fue poco profesional, al echarme sal en la tostada se abrió todo el salero vertiendo en mi tostada más de la mitad del bote, se acercó un camarero y me dijo: !!!cómo arreglamos esto!!!, mi contestación fue que yo trabajo en lo mismo y mi opinión es que se debería de llevar la tostada y traerme otra, ya que no es mi culpa de que el salero esté mal cerrado. La gran idea de este señor fue: quítale la sal con la cuchara y le traigo más tomate, segun el, el problema estaba resuelto así.
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