Hemos estado alojados una semana en una habitación doble con cama de matrimonio y la verdad es que en cuanto a la misma, no tengo nada malo que decir, ya que estaba limpia, era muy amplia y funcional y el baño tenía una ducha grande y cómoda además de bidé. Aparte como detalle, te dejan una botella de agua diaria. El punto negativo es el ruido exterior, ya que está a la entrada de un polígono industrial y el tránsito de camiones es continuo. Esto no sería un problema si solo fuese el tránsito como tal, pero es que suelen aparcar en la parte trasera y si se trata de camiones frigoríficos tienen que estar continuamente funcionando, por lo que el ruido que hacen es bastante molesto aún con la ventana y la persiana cerradas.
Lo que se espera de una zona de servicio de autopista. La comida estaba muy buena y el servicio, aunque estaban a rebosar, amable y diligente. De precio también bien un menú del día bueno y barato. Volveré.
Lo contratamos para pasar una noche después de hacer una ruta en bici. Fue una grata sorpresa en todos los sentidos. Muy limpio confortable y amplio Por la noche ni un ruido Las empleadas super agradables
Hemos parado a comer ya que nos pillaba de vuelta a casa y se nos hacía tarde. Tras varios minutos sin que nadie nos atendiera un camarero ajetreado nos ha señalado la mesa en la que ibamos comer, ¿ Y cúal ha sido nuestra sorpresa? Ni se han molestado en cambiarnos el mantel de los anteriores clientes y uno de nosotros a tenido que estar pendiente de no mancharse con el mantel lleno de grasa en su lado. Al ver la carta hemos optado por un menú de 14.95 € que era decepcionante. ¿Sabeis esos botes de encurtidos que llevan chaca, pulpo, cebolletas, pimiento verde y rojo, aceitunas y zanahoria? Pues la ensalada con salpicón de "marisco" llevaba esa misma lata sin las aceitunas ni la zanahoria. Y que decir de la lechuga que se asemejaba más a un plato de tallos de lechuga que a la lechuga en si misma. Después de que creyéramos que esa iba a ser nuestra única depección nos hemos encontrado con el segundo plato, un entrecot con sabor a quemado que manchaba el plato blanco de color negro porque que no habían limpiado la parrilla en una larguísima temporada, acompañado por un "Chuletón" con un suplemento adicional de 3€ que por arte de gracia divina un "chuletón al punto" que se ha pedido a la cocina nos llegado a nosotros como una chuleta bastante pasada de punto, llena de nervios e incomestible. Para finalizar aun nos quedaba la gran sorpresa final del postre, una cuajada cortada igual que las otras tantas que esperaban en el mostrador cámara para ser servidas a otros clientes. La única decepción que no nos hemos llebado ha sido el descubrir que no volveremos.…
Hotel situado en un polígono, tiene gasolinera en frente y hay bastantes camiones aparcados fuera, pero el hotel es moderno y limpio muy luminoso, precios competitivos y bastantes servicios, muy recomendable y confortable por no hemos pasado nada de frío, tiene un gran comedor y menú asequible.
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