estiven 3 días en pensión completa; a ubicación é estupenda, en pleno centro do casco histórico, xusto na plaza Maior; comida abundante, pero algo salgada; habitación cómoda e limpa: o mellor os camareiros.
La amabilidad del personal dista mucho de los mínimos exigibles. Pedimos algo, y uno de los refrescos estaba caducado. Al decírselo al camarero, nos dice que es por poco tiempo (6 meses) que no pasa nada. Finalmente nos lo cambia, pero por otro refresco diferente porque de ese están todos caducados. Cero amabilidad, cero profesionalidad. Mucho que mejorar en este lugar. Una pena! No volvería
El personal es muy agradable. La comida fantástica. Un bacalao exquisito. Y muy buen de precio. Además está en un sitio precioso. Sin duda un sitio para repetir todas las veces que estemos por la zona.
Después de sentarnos en la única mesa libre nos dispusimos a picar y tomar algo. Era un día en el que estaban saturados según la camarera(fiesta de la virgen del portal). Bien es cierto que ni siquiera la mitad de las mesas ocupadas estaban cenando, si no que la mayoría estaban bebiendo sin comer. La comida estaba cruda, mal cocinada y sin sabor, de no ser por la capa de sal que "vertían" en los platos. Después de comentárselo a la camarera ni siquiera nos dio una explicación ni tampoco nos ofreció otra cosa. Llegamos a pedir 4 platos que se les habían acabado. Definitivamente no es un sitio para comer.
La situación es lo mejor. Está en la plaza. Es un hotel pequeño. Para dormir bien, pero para comer, regular. Aunque es abundante, el sabor muy regular. Volvemos a pernoctar, pero a comer, no. El precio son 38 euros por habitación, todas con baño
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