Muy bién, zona interesante,el trato del anfitrion muy correcto.Muy limpio todo. El desayuno completissimo. Càlidas precio imejorable. Lo aconsejere a famíliares y amigos. La zona és preciosa y hay muchas rutas para los a amantes de la montaña. Se come muy bién y los pueblos muy pintorescos
La casa es preciosa, las habitaciones tienen un encanto particular que las hace muy especiales. el dueño ha sido muy amable, nos ha orientado sobre qué actividades podíamos hacer. Volvería de nuevo sin dudarlo
POSITIVO: · * Desayuno para empezar bien el día (de 8 a 10 de la mañana): buffet con tostadas, bizcocho, tarta de queso, jamón york, queso del Roncal, mantequilla/mermeladas varias, café, infusiones, leche, Colacao, fruta (nos tocaron unas mandarinas deliciosas), zumo naranja tipo Tang, aceite/tomate y corn flakes. * Cena (de 8 a 10 de la noche): ante la falta de opciones de restauración en el pueblo y el no tener acceso a cocina en el alojamiento (y estar prohibido el comer/beber en las habitaciones), la verdad es que la propuesta de Eneko resulta interesante. Platos que cuestan una media de 8€ (ensaladas, huevos fritos, hamburguesa, pizzas, plato de chistorra/queso) Y bebidas (sidra, cerveza, vino). Probamos tres cosas y, la verdad, ninguna queja. * Casa/habitación acogedora y agradable. En invierno la calefacción la tenían encendida por las mañanas a partir de las 7 y a las 8 de la tarde o así la apagaban. El resto del día, lo desconocemos, pero en ningún momento pasamos frío. * Aparcamiento: se puede dejar el coche sin problemas en la puerta o a escasos metros MENOS POSITIVO · * Tranquilidad nocturna: echamos mucho de menos el silencio por las noches. Este punto es realmente el único negativo-negativo (aunque nos lo tomamos con humor y no dejamos que nos empañara la escapada). Ya habíamos leído reseñas que indicaban que se oían los pasos en las escaleras y del piso superior al ser una casa de pueblo y los suelos de madera (algo que realmente no molesta en exceso - depende de lo trasnochadores/madrugadores que sean los vecinos), pero no vimos ningún comentario que hiciera mención de las campanadas de las DOS iglesias que hay en el pueblo. Tocan las horas a en punto y una campanada a las y media, durante el día Y durante TODA la noche, algo que resulta excesivo. El tema además es que los relojes no están sincronizados, así que las oyes por duplicado (a las 12 de la noche escuchas un total de 24 campanadas...). Desde luego que es algo a tener en cuenta si uno tiene el sueño ligero... => Esto no es culpa del alojamiento, pero igual tendrían que plantearse el hacer una petición al ayuntamiento. Se agradecería que "silenciaran" las campanas por las noches para el descanso de todos. Los que viven allá igual están acostumbrados, pero no así los visitantes. * Pocos servicios en el pueblo, pero correcto para una escapada * Baño: es cierto que la ducha no es muy grande, pero se podría añadir un soporte para apoyar los jabones mientras te duchas. …
El alojamiento está bien por el precio que pagas, y el desayuno también es aceptable. Estos tiempos de pandemia no ayudan ni al turismo ni a los alojamientos... me gustan las casas rurales pero a veces me quedo decepcionada o por el trato del dueño o porque la casa no cumple del todo mis expectativas ... como digo, me pareció un alojamiento aceptable pero no para tirar cohetes.
Muy bien ubicado en un entorno muy tranquilo en frente del frontón. La iglesia está cerca y las campañas se escuchan a todas horas por partida doble, pero no molestan. Las habitaciones están muy bien. El servicio es muy bueno. El desayuno es correcto pero la tarta casera está espectacular. La cena está muy bien. La calidad-precio está muy bien. Lo recomiendo.
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