Rancho Makena es un un lugar tranquilo, rodeado de bosque con habitaciones simples, limpias, amplias y con camas confortables. Puede uno caminar por sus alrededores. La vista que posee el comedor donde se toma los desayunos es increíble, Está ubicado en una zona alta por lo que el clima es más fresco. Agradable cuando se viene del calor intenso de la playa. La atención de los propietarios es muy cálida y le da un estilo diferente a los otros sitios que visité. Me gustaria regresar.
Excelente atención, las cabañas son muy rústicas, muy tranquilas para pasar en familia, el aseo, la alimentación excelente, sinceramente volveré a ir en otras ocasiones para disfrutar de muy buenas vacaciones.
Excelente lugar y una hospitalidad inigualable! me sentí como en casa! Doña Rosanna y Don Carlos son demasiado amables y se aseguran que uno se sienta bien durante la estadía! cien por ciento recomendado!
Rancho Makena una excelente opción para hospedarse y asi conocer la bella zona de monteverde. Rancho Makena es un bello lugar, con amplias cabañas que se ajustan acorde con el tamaño del nucleo familar,un buen aseo y su alimentación es muy rica. Muy buen servicio al cliente.
Hubiera puesto mejor puntuación pero tuvimos un inconveniente con la dueña que nos dejó mal sabor de boca y sin ganas de volver ni recomendar el sitio: A último minuto logré encontrar espacio para un par de noches aquí. No le tenía muchas esperanzas al lugar porque las fotos que tienen en su página web/FB son muy malas. Pero al llegar nos llevamos la gran sorpresa de que el lugar y las habitaciones son muy bonitas. Con una vista genial del golfo de Nicoya. Un poco alejado de Santa Elena, por lo que se ocupa carro o pagar taxi para llegar y salir de allí. Estabamos alegres de haber llegado ahí. La primera noche la pasamos muy bien, las camas no son las mejores, pero luego de un día de caminatas y paseos el cansancio gana y uno duerme donde sea. El ambiente muy tranquilo y el dueño muy atento y cordial. Nos dieron una habitación de las que están arriba, en el "segundo piso", la #6 sino me equivoco. Como reservamos a última hora, nos dijeron que sólo nos podíamos quedar ahí una noche porque al día siguiente ya estaba comprometida, entonces que nos podían dar una habitación de abajo (que no estaba tan bonita, pero servía para pasar la noche y no tener que ir a buscar otro hotel). A la mañana siguiente salimos temprano para ir a la reserva a caminar y regresar con tiempo antes de medio día para cambiar de habitación como nos pidieron los dueños, con la mala suerte que tuvimos un altercado con el carro y nos atrasamos demasiado. Al punto que tuvimos que llamar a la esposa del dueño (no recuerdo el nombre pero creo que es argentina) y decirle que era posible que nos atrasaramos unos 15 mins en llegar para desocupar, que por favor nos diera chance. La respuesta de la señora fue que ocupaba la habitación a las 12 en punto porque debían prepararla para recibir a los nuevos inquilinos (cuando el check-in es a las 2 o 3 pm). Le explicamos que no era por gusto, sino debido al inconveniente. Pero que haríamos lo posible. Al final, logramos llegar y salir con un poco de atraso, como 15mins… pero no nos gustó para nada la actitud poco comprensiva de la señora. Así que decidimos llevar nuestro dinero a otro lugar y le dijimos que ya no usaríamos la otra habitación esa noche. Que se cobrara lo que le debíamos de la noche anterior, para sorpresa ***no aceptan tarjetas*** sólo efectivo. El cual no teníamos, por lo que tuvimos que hacer una transferencia bancaria y enviarle el comprobante por Whatsapp… todo eso mientras conducíamos por el pueblo buscando un hotel nuevo para pasar la noche. Por suerte encontramos espacio en Hotel El Bosque (pueden ver mi review en el perfil de ellos). El hotel tiene una propiedad muy grande, creo que hasta tiene senderos, sin embargo, no los pudimos conocer por tener que salir antes de lo planeado. En resumen, me parece muy tonto que pierdan 2 clientes (y a todos los que lean ésto) por algo tan simple como esperar unos minutos. Lo sucedido no estuvo bajo nuestro control ni fue tanto tiempo al final. Todo iba bien hasta llegar a ese momento, ahí fue cuando se les cayeron todas las medalles en trato al cliente. Un poco de empatía no le caería mal a ésta señora. Al final el dueño, creo que se llama don Carlos, nos pidió disculpas por Whatsapp por algo que él no hizo, sino su esposa. Si no tiene trato humano tal vez debería dedicarse a otra cosa y no arruinar el negocio de su marido, quien si es amable.…
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