El entorno natural, ideal para paseos y excursiones, la sala con los sillones y la chimenea, ideal para relajarse tras la excursión. Las habitaciones, cómodas y bien equipadas. Excelente atención. Sales con una sonrisa y ganas de volver.
Sitio encantador, casa del siglo XIV restaurada, entorno y ubicación idílica. El personal es muy atento! Todo esta super bien cuidado, tanto el jardín, la zona de las piscinas, las habitaciones y las zonas comunes. La comida que sirven es muy buena. Volveremos seguro!
Mas la Ferreria es un hotel rural situado un entorno idílico, en medio de la naturaleza, con unos jardines recubiertos de un perfecto y denso césped natural, donde poder tumbarte a tomar el sol o leer mientras disfrutas de la calma y del sonido de los pajaritos de fondo. Dispone de dos piscinas muy modernas donde refrescarte en verano. Estuvimos en una de las suites con una bañera de diseño impresionante. La habitación es super cálida y perfectamente equipada. Disponía de un pequeño recibidor con butacas y vistas al jardín. Era un día lluvioso y disponían de paraguas en la entrada de la suite lo cual nos salvó, ya que los habíamos olvidado. Hay agua fresca y natural incluida en el precio. La cena fue deliciosa. Tiene un menú con varias opciones a elegir. Para el desayuno apuestan por productos de la tierra. El trato del personal es exquisto. La propietaria muy pendiente de que todo estuviera a nuestro gusto. Cuidaron todos los detalles: nos regalaron una rosa por hospedarnos el día de Sant Jordi y nos entregaron el vino incluido en la cena que no consumimos. Hemos quedado encantados. Sin duda repetiremos para disfrutar de las piscinas en verano. Una experiencia maravillosa.…
Hotel situado en el corazón de La Garrotxa. Muy bonito y muy confortable. Cenamos allí y todo fue muy correcto y bien servido. Al acabar tomamos unas copas en un salón con chimenea muy acogedor. Nos tocó una habitación llamada El Jou, muy pequeñita pero confortable. La única pega es que el baño no tiene puerta. Desayuno muy correcto con buenos embutidos catalanes que te sirven a tu elección. No hay opción de comida caliente ni huevos o tortillas. Personal muy amable. No hay problema de aparcamiento para el coche. Hotel recomendable para estancias de tranquilidad y sosiego del espíritu.
Un edificio del siglo XIV , muy bien transformado con 8/9 habitaciones todas distintas , combinando suites en edificio aparte y habitaciones en el propio hostal, vista maravillosa a levante, todo muy correcto y en especial el rato de Montse , un buen lugar para relajarse y perderse.
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