Tengo que confesarte que estaba esperando esta reseña; sabía que llegaría más pronto que tarde, pues es el "modus operandi" que utiliza la gente que -como tú- no tiene respeto por nada ni por nadie. Comienzas mintiendo. No viniste a la casa para superar la pérdida de tu madre. Tenías esta reserva (Del 12 al 14 de agosto) hecha desde el mes de mayo y tu madre falleció el 19 de Julio. No cabe duda que cada uno pasa el duelo a su manera, pero el tuyo es -cuanto menos- curioso. Supuestamente, después de lo ocurrido con tu madre y tu sobrina, decidiste mantener la reserva porque tienes un hijo que está muy enfermo y querías pasar igualmente esos dos días de desconexión con él. Nada más justo. Sin embargo, caso a tu hijo no le hiciste demasiado, por no decir ninguno. Tuvisteis que esperar 45 minutos para poder acceder a la habitación porque llegasteis dos horas antes de la hora oficial de entrada, que es entre las 15:00h. y las 16:00h. Y si todo el mundo actuara como vosotras, entonces ni a las 6pm. encontraríais la habitación lista. Pero miramos solo para nuestro ombligo, que es el centro del mundo. Es más, estuvisteis disfrutando de las instalaciones desde el minuto 1 (vosotras a la sombra del magnolio y tu hijo SOLO en la piscina) Dices que "todo ha ido bien hasta el momento en que nos tocaba abandonar el hotel". Mentira. No todo iba bien. La 1ª noche salisteis de la casa (dos madres con dos niños menores de edad) a las 22:30h. sin ni siquiera preguntar a qué hora podíais entrar, si había recepción 24h., si necesitabais un mando, un código... Llegáis a las cinco y pico de la mañana, con los dos menores... y ni siquiera podéis hacerlo por vuestro propio pie. Tienen que venir a traeros porque no estabais en condiciones de coger el volante. Vergüenza tenía que daros. Menudo ejemplo para las dos criaturas. Os quedáis en la habitación hasta las 4 de la tarde. A todo esto, sin bajar a desayunar, ni vosotras ni los niños. Hay testigos de que tu hijo pregunta a las 5 de la tarde que cuándo vais a salir a comer algo, que estáis sin desayunar... y también sin comer. Os quedáis tomando el sol en la piscina toda la tarde. Y volvéis a salir por la noche con los dos niños. Llegáis a las 2:30am. y os quedáis en el parking dando voces. Nos acercamos a llamaros la atención y a pediros que por favor cuando accedáis a la casa bajéis el volumen, que los demás huéspedes están durmiendo. Hacéis caso omiso a nuestra comentario y petición y desde las 3:00h. hasta las 6:15h. os quedáis hablando a todo volumen en la habitación, dando portazos, entrando y saliendo de la habitación... Y no conformes con eso, todas dignas salís con los albornoces a la piscina a las 5 de la mañana. Claro que sí, porque vosotras tenéis más derecho que nadie a estar en la zona de la piscina de madrugada. Para el resto de mortales, el horario es de 9:00h. a 21:00h. pero vosotras os sentís más que los demás y vais cuando se os antoja. Y no os dais un baño silencioso, si no que seguís pegando voces desde allí. Todos estos comportamientos inadecuados provocaron que la persona de la habitación de al lado no pudiera pegar ojo en toda la noche. Y nos lo hizo saber tan pronto bajó a desayunar. Y aunque esta clienta nos merecía toda credibilidad, hicimos las comprobaciones oportunas y efectivamente, todo había sucedido tal cual lo comento. Y tuvimos suerte de que esa persona es una clienta que ya conocemos, pues de haber sido un cliente nuevo a lo mejor nos deja colgado el resto de la estancia por temor a que la historia volviera a repetirse cada noche. Tampoco el 2º día bajáis a desayunar. A las 11 y pico de la mañana tu hijo vuelve a estar solo en la piscina (tenemos prohibido menores de 14 años solos en la piscina). A las 12:10h. le digo que te avise, que tenéis que ir dejando la habitación, pero vosotras estáis en un mundo paralelo, con música a todo volumen en el baño e importándoos más bien poco la hora de salida. Mientras tanto, la zona del parking donde teníais el coche parecía un estercolero, con latas de cerveza tiradas por el suelo y ropa tendida a lo largo y ancho del coche: toallas, pareos, bañadores... parecía un mercadillo. Hay pruebas. Y las normas no están en la web. En ningún momento te dije tal cosa, Están en una aplicación que no os molestasteis en descargar y en una carpeta de piel que era lo primero con lo que os tropezabais al entrar en la habitación (siempre versión digital y versión analógica). Independientemente de las normas, que están para cumplirlas, hay una cosa que se llama respeto hacia los demás, pero desconocéis su significado. Desde Casa do Sear podemos asumir el retraso en la salida de una habitación, podemos asumir que un cliente baje tarde a desayunar un día puntual, que alguien se retrase en una cena o hasta que alguien incumpla alguna otra norma de horarios. Pero lo que no asumimos ni aceptamos bajo ningún concepto es que alguien sin respeto, ni valores venga a molestar a ninguno de los 99,9999% restantes de nuestros clientes-huéspedes que saben comportarse, que respetan y que nos eligen precisamente porque buscan un lugar donde desconectar de la rutina, donde olvidarse del mundanal ruido, donde sentir la naturaleza. Y es por este motivo por el que la cliente afectada esa noche no abonó el importe correspondiente a esa noche. Y es por el mismo motivo por el que vosotras tuvisteis que pagar la noche de "la vecina". Cada uno tiene que ser responsable de sus actos, y poca penalización fue para los daños ocasionados. Ojalá hubiera un sistema/aplicación universal en el que poder valorar a los clientes; como hace AirBnb, pero a nivel global, pues hay gente que no se merece la entrada en ningún establecimiento.