Es difícil que el Gran Cañón no te deje con la boca abierta. Después de todo, estás viendo auténticas capas de roca sedimentaria que caen en picado una milla (algo más de un kilómetro) de profundidad, donde el río Colorado ha estado esculpiendo un camino durante, al menos, cinco millones de años. Con eso en mente, “Gran” igual se queda corto. Por lo tanto, no es de extrañar que el parque reciba más de 4,5 millones de visitantes cada año. Sin embargo, incluso las voces de las multitudes más ruidosas se convierten en susurros cuando la puesta de sol pinta las paredes del cañón con tonos anaranjados y rojizos. Si lo tienes todo listo para hacer las maletas y verlo en persona, es posible que te estés preguntando cuándo, exactamente, es el mejor momento para ir (en lo que se refiere a clima, aglomeraciones, actividades, incluso avistamiento de bisontes). Aquí encontrarás todos los detalles.