Los frondosos parques y las playas de arena dorada de Tauranga hacen de ella un destino muy popular para los amantes del aire libre y los deportes acuáticos. En la Isla Norte de Nueva Zelanda encontrarás oportunidades muy diversas para practicar surf, descenso de ríos, kitesurf, senderismo y golf. Zambúllete en las refrescantes pozas de las Kaiate Falls, cuyas aguas descienden con belleza sobre los peñascos. A toda la familia le encantará visitar alguno de los parques de atracciones de Tauranga, disfrutar de una visita guiada por la naturaleza o nadar con delfines en la bahía de Plenty.

Las actividades acuáticas y termales prometen una estancia de relajación máxima en Rotorua, en la isla Norte de Nueva Zelanda. Cerca de la ciudad hay pozas de barro caliente terapéuticas, espectaculares géiseres y un poblado bajo tierra. Lo que ocurre en los géiseres de lodo hirviendo de "Rotovegas", la zona situada en la parte superior de Fenton Street, no sale de allí. Después de revitalizarte en el lodo, sube a más de 600 metros en la Skyline Gondola para disfrutar de las vistas del lago Rotorua y bajar deslizándote para explorar el lago en barco de vapor, en un chárter de pesca o en un vehículo anfibio que data de la Segunda Guerra Mundial.

Los maoríes llaman a Auckland Tāmaki Makaurau, el nombre de una doncella que fue deseada por 100 amantes y un territorio de enorme valor donde se libraron batallas durante siglos para hacerse con su fértiles tierras y sus puertos naturales en el océano Pacífico (al este) y el mar de Tasmania (al oeste). Hoy en día, es la ciudad más grande de Nueva Zelanda: un destino diverso y lleno de vida donde la naturaleza y la vida urbana van de la mano: sus 48 conos volcánicos, sus más de 50 islas y sus 29 000 km de costa y playas están a solo unos minutos de las zonas culturales y comerciales ubicadas en el centro de la ciudad.

Artistas y personas de espíritu libre se confunden con ricos y famosos en esta paradisíaca isla, refugio de preciosas playas, tesoros gastronómicos y bodegas con encanto. Pasea por las docenas de galerías de arte y tiendas de artesanía del Círculo de Arte de Waiheke cuando no estés bañándote en el agua de color esmeralda. Contempla el paisaje desde arriba en un vuelo turístico y luego recarga las pilas en una relajada cafetería del paseo marítimo o en un restaurante con un extenso menú si quieres algo con más categoría. Waiheke puede presumir de tener varias bodegas con encanto, perfectas para degustar y saborear los excelentes vinos de Nueva Zelanda.