Knysna ocupa un lugar destacado en la famosa Ruta Jardín de Sudáfrica gracias a los acantilados de piedra caliza que separan de forma espectacular su tranquila laguna del fuerte oleaje del océano Índico. También alberga el mayor bosque indígena del país. Súbete al tren Outeniqua Choo Tjoe para disfrutar de la impresionante panorámica desde un tren de vapor. Las Minas Millwood en Jubilee Creek, un lugar destacado en la fiebre del oro de 1885, ofrecen un lugar pintoresco para disfrutar de un picnic. No te olvides de meter en la maleta las célebres ostras locales.

En la tranquila y hospitalaria Plettenberg Bay, llamada antiguamente "Bahía Formosa" por los exploradores portugueses, se pueden avistar delfines jugando con las olas durante todo el año. La ciudad no ofrece mucho que hacer, así que acude directamente a relajarte en sus doradas playas. La reserva natural de Robberg, la rocosa península de la parte oeste de la bahía, ofrece inigualables oportunidades de ver ballenas mientras recorres sus senderos, pero lleva un buen calzado y no te olvides de la protección solar.

El delta continental más grande del mundo, Okavango Delta (también conocido como Okavango Swamp) está formado por la desembocadura del río Okavango Rien en el Desierto del Kalahari, lugar donde antiguamente había un antiguo lago. Un tramo de las islas, islotes y lagunas (muchas de las cuales cambian de forma y incluso desaparecen al llegar la estación de las lluvias) con una inmensa vida salvaje, Okavango alberga muchos campamentos de safari, la mayoría de los cuales no son accesibles por carretera sino con pequeños aviones que salen de Maun, el principal pueblo de la zona.

La mayor reserva de fauna de Sudáfrica es el Parque Nacional de Kruger, lugar ineludible para cualquier aficionado a los safaris. Alberga más de 500 especies de aves, 100 de reptiles, casi 150 de mamíferos, numerosos yacimientos arqueológicos y una diversidad extraordinaria de árboles y flores. No es de extrañar que sea el parque nacional insignia del país. Los aventureros pueden explorar el parque en un 4x4, hacer una excursión por la sabana o sobrevolarlo en un globo aerostático.

Los masái llaman a las llanuras del Parque Nacional Serengueti “el lugar en el que la tierra continúa hasta el infinito”, así que prepárate para sorprenderte por su enormidad. Además, aquí puedes ser testigo de la famosa migración anual de Serengueti, la migración terrestre más grande y larga del planeta.

A lo mejor en el zoo de tu ciudad hay leones, leopardos, cebras o elefantes. Quizás, incluso haya ñus. Pero seguro que no tienen 1,3 millones de estos bóvidos y, mucho menos, reunidos y en plena migración bajo el acecho incansable de los predadores. Se trata de una de las escenas más fabulosas que se pueden presenciar y está a tu alcance en Masai Mara, en el sudeste de Kenia.

La ciudad más meridional del planeta se encuentra en el canal Beagle, entre los montes Martial y el fin del mundo. Se trata de un punto de acceso clave a las pistas de esquí de cerro Castor y el glaciar Martial, a las aventuras en plena naturaleza con pingüinos y orcas en el canal Beagle, y al Parque Nacional de Tierra del Fuego. Por supuesto, también es la escala más cercana a la Antártida y un destino singular para hacer kayak, navegar o tomar una copa en el bar acogedor del hotel.

Los deslumbrantes fiordos y vertiginosos picos andinos cubren la región chilena más conocida, lo que convierte a esta estrecha franja de tierra en un paraíso para esquiadores, entusiastas del rafting en aguas bravas y trekking. El Parque Nacional de la Laguna de San Rafael se extiende al norte, con sus impresionantes campos helados. En la franja sur de La Patagonia encontrarás la ciudad de Punta Arenas que es la entrada al Parque Nacional de Torres del Paine, el cual atrae a los escaladores más expertos y a aquellos que espontáneamente hacen senderismo de un día pos sus picos de granito, glaciares y cascadas.

Las cinco espectaculares provincias que forman La Patagonia se extienden desde las tierras heladas y picos de granito de la Cordillera de Los Andes hasta la escarpada costa atlántica, donde se reúnen las ballenas francas del sur para aparearse. Además de ser un lugar de ensueño para los amantes de la naturaleza, también es hogar de la numerosa colonia de elefantes marinos de la Península de Valdés y de la mayor colonia de pingüinos de Magallanes del mundo, situada en la reserva de la Punta Tombo. Desde su extremo, Tierra de Fuego y Ushuaia, la ciudad más al sur del globo terráqueo, parten muchos cruceros por el Antártico.

Por su carácter de visita imprescindible, la antes diminuta aldea de El Calafate ha experimentado un veloz crecimiento, en su afán por cuidar y beneficiarse de los turistas que acuden al cercano Parque Nacional Los Glaciares. Son muchos quienes frecuentan sus maravillas naturales, como el formidable glaciar Perito Moreno, compuesto en realidad por numerosas piezas de hielo en movimiento. Sin embargo, descubrirás que El Calafate es mucho más que una puerta de acceso a las tierras indómitas de la Patagonia: se trata de una ciudad entretenida que ofrece todo tipo de aventuras al aire libre.