Ubicada en la costa suroeste de la isla de Chipre, Paphos (Pafos) cuenta con un clima templado y uno de los estilos de vida más saludables del Mediterráneo. Paphos (Pafos) es ideal para disfrutar del sol durante todo el año y para experimentar la hospitalidad de su gente dondequiera que vayas. Sumérgete en las cálidas y centelleantes aguas del Mediterráneo durante el verano, o aventúrate en un espléndido sendero natural y observa los campos cubiertos de flores silvestres en primavera; visita lugares de interés antiguos e históricos en otoño, y mantente en forma con una gran variedad de actividades al aire libre en invierno. No importa hacia dónde mires, Paphos (Pafos) es un destino que te da muchas razones para visitarlo durante todo el año. La región de Paphos (Pafos) es apta para todo tipo de turistas que van en busca de algo único, además de rebosar de cultura y tradiciones locales. Ofrece los escenarios más idílicos y románticos para conmemorar el amor o para crear recuerdos inolvidables para toda la familia.

Situado en la costa suroeste de la isla de Chipre, Pafos destaca por tener un clima templado y uno de los estilos de vida más saludables del Mediterráneo Pafos es ideal para disfrutar del sol durante todo el año y experimentar la hospitalidad de su gente dondequiera que vayas. Sumérgete en las cálidas y cristalinas aguas del Mediterráneo en verano o aventúrate en un espléndido sendero natural y observa los campos cubiertos de flores silvestres en primavera; visita monumentos históricos y antiguos en otoño y mantente en forma con un abanico de actividades al aire libre en invierno. Se mire como se mire, Pafos es un destino para todo el año y hay muchas razones para visitarla. La región de Pafos satisface a todo tipo de turistas en busca de algo único, a la vez que permite descubrir la cultura y las tradiciones locales. Ofrece los escenarios más idílicos y románticos para celebrar tu amor o crear recuerdos para toda la vida con tu familia.

El bamboleo de las palmeras y la promesa de un paseo junto al mar atraen a las multitudes relajadas a Lárnaca, y su aeropuerto internacional hace que sea la primera parada para muchos visitantes de Chipre. Más allá de la costa; los cafés, los mercados y las tiendas junto a la acera les otorgan a esta ciudad portuaria una sensación local dinámica.

El Cairo es una ciudad antigua en la que se respira al mismo tiempo el ambiente de una moderna metrópoli. Es una de las más grandes urbes de Oriente Próximo y prueba de ello son el ruido y su tráfico. No obstante, siempre que no estés buscando soledad, El Cairo, la "Ciudad de los Mil Minaretes", se convierte en el lugar ideal para conocer la historia y la cultura egipcias. (Nota: nuestra lista se hizo antes de que la situación política en la zona hiciera que muchos países advirtieran a sus ciudadanos que era mejor no viajar a Egipto. Mientras la tensión siga, lo mejor es consultar con las autoridades antes de viajar).

Dubái es un destino donde se aúnan la historia, la cultura moderna, la aventura, las compras de lujo y el entretenimiento. Asiste a una representación en el Palacio de la Ópera de Dubái, contempla el centro de la ciudad desde lo alto del Burj Khalifa o pasa la tarde explorando los zocos que jalonan la ría, donde encontrarás artículos de oro, tejidos y especias. Si buscas emociones, puedes sobrevolar las dunas del desierto en un globo aerostático, montar en una atracción hiperveloz de IMG Worlds of Adventure o tirarte en paracaídas sobre Palm Jumeirah.

En Madrid hay tantos edificios con aspecto de castillo, que creerás haber entrado en un cuento de hadas. Incluso el ayuntamiento es sorprendente, con sus pináculos blancos y características neogóticas. Un recorrido autoguiado por la arquitectura podría empezar en la gran estatua del oso en la céntrica Puerta del Sol. Paséate por el fantástico Palacio Real antes de impregnarte de la belleza natural del Parque del Retiro y, después, visita alguno de los muchos museos de la ciudad. Podrías rematar de forma ideal cada día con un poco de paella y pequeños sorbos de rioja.

Nerja, situada en el extremo este de la Costa del Sol, cuenta con 16 quilómetros de playas de arena fina donde se puede hacer esquí acuático, submarinismo y vela. Aunque está todo orientado al turismo, no proliferan los rascacielos y se puede disfrutar del paisaje mediterráneo en su amplio paseo.