Las ruinas mayas destacan sobre el mar en Tulum, lo que te permite echarle un vistazo a la historia mientras te cubres de rayos de sol. La ciudad, que antiguamente estaba amurallada, fue una de las últimas que edificaron los mayas y el excelente estado de conservación de los yacimientos arqueológicos resulta sorprendente. Tómate un descanso de playa y visita El Castillo, el Templo de los Frescos y el Templo del dios descendiente. Explora un río submarino bajo un toldo de estalactitas en las sagradas cavernas de LabnaHa Cenotes & Eco Park o sumérgete en el Cenote Dos Ojos para bucear dentro de cuevas en medio del bosque.

Punta Cana, que se encuentra entre los mejores destinos de golf del mundo, es la viva imagen del ocio. Algunos cursos los han diseñado golfistas profesionales, por lo que plantean al viajero un sereno desafío con el que disfrutar de este deporte en plenas vacaciones. Las playas de este lugar son la perfección en sí misma: sus aguas cálidas y tranquilas acarician con suavidad las orillas de fina arena blanca. Siente la adrenalina lanzándote en tirolina, da palmas al compás de la música dominicana en un espectáculo cultural o explora las mágicas lagunas de la Reserva y Parque Ecológico Ojos Indígenas.

Desde brillantes rascacielos hasta una playa soleada y moderna, el Balneario Camboriú puede sentirse como el hermano menor de Río de Janeiro. Los lugareños disfrutan de la misma vida nocturna salvaje, los mismos excelentes restaurantes y el mismo paisaje de laderas verdes, mientras que la estatua en la cima de la colina del Cristo Luz imita la gigantesca estatua de Río, el Cristo Redentor.