Vale la pena visitar las hermosas playas de Almería, además de la alcazaba (el recinto fortificado de construcción musulmana) que ofrece vistas de la metrópolis. Si te aventuras algo más hacia el sur, encontrarás Mojácar, que combina a la perfección las vacaciones de playa de siempre con la aldea de casas blancas junto a una colina que a los turistas tanto les apasiona.

Sierra Nevada, el mayor parque nacional de España, es todo un sueño para los amantes de las actividades al aire libre. El terreno escarpado cuenta con montañas y desfiladeros ideales para hacer senderismo (la ruta de los Cahorros es una de las favoritas, con sus acantilados de piedra caliza y puentes colgantes), piscinas heladas para nadar y abundantes túneles y cuevas para explorar. Las personas que no sean tan aventureras pueden disfrutar de un recorrido por los numerosos pueblos que se extienden por Las Alpujarras. Muy cerca se encuentra también el famoso castillo y fortaleza de la Alhambra, que inspira a los visitantes con sus impresionantes jardines y arquitectura.

La Alhambra de Granada es una de las construcciones más famosas de España; una fortaleza árabe que combina grandiosos arcos con delicados mosaicos ornamentales. Viaja atrás en el tiempo al serpentear por las ascendentes calles adoquinadas del Albayzín. La recompensa serán unas preciosas vistas desde el Mirador de San Nicolás. La vida nocturna de Granada es dinámica y variada, en parte gracias a la población estudiantil. Pásate por los bares de Calle Elvira o, si te apetece una salida más tranquila, por las tradicionales teterías de la calle de las teterías.

Nerja, situada en el extremo este de la Costa del Sol, cuenta con 16 quilómetros de playas de arena fina donde se puede hacer esquí acuático, submarinismo y vela. Aunque está todo orientado al turismo, no proliferan los rascacielos y se puede disfrutar del paisaje mediterráneo en su amplio paseo.