<p>Esta región y ciudad española se destaca por ofrecerles a los miles de turistas que recibe una completa lista de actividades a realizar, entre las que se destacan, las playas, la cultura y la gastronomía. </p><p>La región tiene la particularidad de contar con dos mares en una sola costa (el Mar Menor y el Mediterráneo). Se trata de hermosos acantilados, relajantes y solitarias playas que cuentan con kilómetros de una bella arena blanca. </p><p>Teniendo en cuenta su fuerte tradición histórica, de superposición de culturas, de su condición de tierra fronteriza entre la meseta y las tierras de Andalucía y de su naturaleza como enclave estratégico mediterráneo, la Región de Murcia alberga en su patrimonio un sinfín de testimonios del pasado que la convierten en punto de encuentro entre la tradición y la preocupación por hacerla, día a día, más presente, y por mostrarla a los visitantes.</p><p>Podrás conocer numerosas piezas del patrimonio cultural, monumentos, museos y exposiciones permanentes, teatros, centros de interpretación y múltiples galerías de arte. </p>

Desde playas urbanas hasta una vida nocturna única, Alicante ofrece una mezcla mediterránea de acción y relajación. Si a esto le añadimos una rambla con palmeras que serpentea a lo largo del puerto y un castillo árabe que se asoma por encima de él, es uno de los lugares más animados de la soleada Costa Blanca de España.

Disfruta de sus seis kilómetros de doradas playas, practica el esquí acuático en el mar Mediterráneo o date una vuelta por el paseo marítimo de Benidorm, para descubrir su encanto: es una verdadera belleza de la española Costa Blanca. El centro histórico de esta ciudad, que originariamente fue un pueblo de pescadores, sorprende por su iglesia coronada por una cúpula azul del siglo XVIII y sus pintorescas callejuelas. Todos los que suben a las montañas colindantes de Canfali pueden contemplar unas preciosas vistas panorámicas y, en las cuevas rocosas cercanas, los amantes del submarinismo pueden descubrir una increíble riqueza submarina. Para acabar el día, disfruta del sol y de un buen festín de marisco del lugar.

Llamada la “Santorini de España”, Altea atrae a los viajeros relajados a la Costa Blanca con su casco antiguo sobre la colina y sus playas de guijarros. Con sus domos color azul marino y sus paredes blanqueadas, se destaca entre el cielo del Mediterráneo, mientras que sus tres puertos deportivos ofrecen muchas oportunidades de actividades en el mar.

Denia, una popular puerta de entrada a las Islas Baleares, es un destino digno por derecho propio. La ciudad portuaria rebosa de cultura en cada esquina: un antiguo castillo árabe observa las idílicas playas, los museos arqueológicos y los comedores auténticos, mientras que el monte Montgó se alza imponente en el fondo.