Es la segunda vez que me salgo de la autopista para regresar a este lugar con un paisaje tan hermoso. Por desgracia el trato de los camareros afea completamente la belleza del rio Ebro. Entiendo que se reclamen catalanes pero que hablen castellano a los...holandeses de mi lado y a mí tan solo en catalán me permite comprender que les importa un comino si me voy de allí contento o no. Las tapas dejan mucho que desear y los servicios públicos no llegan ni siquiera a “correctos”. Me costará volver... lo siento, por mucho que me guste el Ebro y ame a Cataluña.Más