Después de un año, volvimos a ir y probamos otros platos de la carta:
Jamón de pato, ensalada templada de gambas y paletilla de cordero.
Cada entrante tenía su encanto, se nota la calidad de los productos y la mano profesional.
Cuando llegamos al cordero,...fue una auténtica fiesta para el paladar, ¡se deshacía en la boca! Acompañado con un caldo delicioso, papas y zanahoria... Mágico. El mejor que he probado.
Para terminar, pedimos un postre llamado Teide, y con esta delicatessen, terminamos nuestra segunda experiencia en este lugar tan bonito y que cuida tanto los detalles.
Calidad y precio inmejorable, teniendo en cuenta que visitas un lugar de gran prestigio.
Por último, mencionar al personal, muy pendiente y profesional aun teniendo un día de mucho ajetreo.
Con muchas ganas de repetir.Más