Ayer comimos el menu de este restaurante, la verdad es que el sitio deja bastante que desear, olor a frito, en un bar de pueblo sin grandes pretensiones. Los primeros que comimos nos gustaron mucho, alubias, gazpacho manchego y arrozal horno. Muy muy buenos, pedimos...un plato de embutido del pueblo que también merecía la pena. En cuanto a los segundos, carrillera y costillas, no pudimos comerlos, nada jugosos y muy muy aceitosos, diría que hasta un poco quemados. La atención fue muy buena, por lo tanto el menú merece la pena, aunque solo fueran los primeros. 45€ 3 personas con bebidas y postres incluidos, y dulces de navidad.Más