Ayer era mi cumpleanyos y decidi reservar en este restaurante sobre el que tanto habia oido hablar en Instagram y en circulos locales.
El establecimiento es muy bonito y esta decorado con gusto. Hay suficiente personal y son amables. Las mesas estan bastante espaciadas y...uno se siente comodo, la verdad. Los unicos defectos que encontre en este respceto es que el camarero que sirve las bebidas vacia las botellas con demasiada brusquedad, salpicando la mesa y los cubiertos de los comensales y que a una mesa en particular, que se veia era cliente habitual, le proporiconaron unas perchas especiales para que las senyoras puedan colgar sus bolsos mientras que en las demas mesas los clientes los tenian que depositar en el suelo.
La comida fue parcialmente decepcionante. lo pedimos todo al centro y eso es un acierto. Las raciones son generosas. Algunos productos son realmente buenos: las croquetas, pan con aceite, ensaladilla,... sin embargo otras preparaciones pecan de mucha vistosidad y poco resultado. Pedimos unas berenjenas asadas en salsa jamponesa en las que la berenjena esta tan cocinada que se convierte en una pasta blanda sin sabor porque esta dominada por un lago de salsa teriyaki de sabor muy intenso.
Del mismo modo la coca de pollo junta demasiados sabores: pollo al curry, salsa queso intenso, berros y una masa muy fina que no era de coca. el chef ha querido juntar muchos sabores que no se conjugan entre si. Los berros pueden dar frescor al pollo, el queso azul le puede dar potencia de sabor, pero que le aporta el queso al curry? que le aporta una salsa de queso a los berros? como puede llamars coca a algo donde la masa que soporta los ingredientes no se puede ni apreciar?
Lo mismo ocurrio con la coca de escalibada y sardina ahumada. Buena escalibada y sardina, pero la masa de pan o dehojaldre que estaba debajo era casi imperceptible, y perdia la caracteristicas de una coca.
Se aprecia un intento por innovar en la imagen de los platos que no se corresponde con los sabores y eso es un error. Tambien ocurrio con los bunyuelos de bacalao que, aunque estaban buenos, eran negros en su exterior, supongo que porque habian anyadido tinta de calamar al rebozado del bunuelo. Era bonito de ver, negro por fuera, blanco por dentro y con el sabor de un bunuelo tradicional, pero que aporta ahi el color negro? solo estetica? si se introduce un color, deberia dar sabor.
En fin, creo que es un buen local pero deberia cuidar de que el intento de dar una imagen bonita no le quite la calidad de un producto local y de calidad que sea reconocible. Todo esto teniendo en cuenta que es algo caro, puesto que salimos a 26 EUR por persona sin platos principales, arroz, vino, postre o cafe.Más