Llevaba tiempo que no visitaba este lugar y en esta ocasion decidi volver para degustar la buena comida que hacian aqui...parece que las cosas han cambiado para peor (por lo menos para nosotros)de entrada los dos camareros ..mal caracter atencion pesima..estaban totalmente ausentes ....solo habia...tres mesas ocupadas y el servicio fue lentisimo..la comida tardo bastante y encima pesima..los bistec de cerdo que pedimos parecian zuela de zapato de lo duro que estaban (parecian que habian sido recalentados antes de pasarlos por la plancha) no pedimos ni postre porque nos temiamos lo peor...una pena porque este restaurante tuvo una epoca que por lo menos para mi ...que siempre que visitaba La Habana era visita obligada...para olvidar esta visita...nunca masMás