Me pareció sobrevaluado. Los mojitos preparados de a 5 o 6 unidades, todos a la entrada parados y amontonados, y los músicos tocando muy fuerte allí mismo, imposible conversar tranquilo. De cualquier modo, es un ícono de La Habana y hay que ir, sí o...sí. Con respecto al trago...he tomado mejores en otros sitios de la misma ciudad.Más