Grata sorpresa: dentro de una floristería de pueblo, con láminas de flores en las paredes y libros en un estante, los mejores bocadillos y ensaladas que puedas esperar, amplísima variedad y excelentes ingredientes frescos. Además crêpes, helados, gran cantidad de infusiones y bebidas… Mi ensalada...de fresas con queso y nueces y mi bocadillo planchado, calentito, de aguacate, tomate y olivada, han sido insuperables! Me he quedado con las ganas de uno de bull negre… Volveremos! Además la pareja que lleva el local son encantadores y tienen una interesante conversación. 100% recomendableMás