No hemos tenido la oportunidad de probar los platos más elaborados, pero el resultado durante los dos días que fuimos, nos gustó. Nos pareció inusual la buena música que sonaba.

Muy buena opción si estás por la zona y te apetece comida típica de la zona, aunque tiene un extensa carta para adaptarse a todos los gustos. Estupendos primeros, salmorejo, gazpacho, revueltos. Segundos Rabo de Toro guisado con cariño. Helado de higos.

Excelente cocina, su vino fino excelente de su cosecha propia, sus collejas y su carrillada excelente menos su choto, no nos convenció, la tarta de queso exquisita.

Tienen una carta variada, con productos de la zona (como la verdolaga o las collejas). También tiene menú. Buen sitio para tapear o comer/cenar. Me quedé con las ganas de probar el chivo, así que habrá que volver.

Llegamos a mediodía, poco antes de las 3 de la tarde, y nos dice una camarera que fuera estaba todo reservado, pero que dentro había hueco. Pasamos dentro y nos dicen que no hay mesa, que podemos sentarnos en sillas altas con un barril-mesa que...se acababa de quedar libre. Le pedimos un par de cervezas a una empleada y, tras esperar 17 minutos, nos acercamos a la barra a pedirlas de nuevo. A todo esto, veo tras los biombos que dentro hay 4 o 5 mesas libres, y le pregunto al chico de la barra si nos podemos cambiar, a lo cual responde que esperemos (no sé muy bien a qué, pues era solo cambiar de barril a mesa, y solo llevábamos pedidas 2 cervezas). Al cabo de un buen rato, ya en la mesa nos toman nota, y pensaba yo que por fin iba a poder comer, pero nada más lejos de la realidad. Unos 25 minutos después se nos acerca un camarero con la tableta, para corroborar lo que habíamos pedido. Para mi sorpresa, no aparecía por ningún lado lo que habíamos pedido, y sí que aparecían varios platos y bebidas que, supongo, se le mezclaron de otras mesas. En fin, que mucho rato después, sobre las 16:30 por fin nos traen la comida y descubro que mi “plato” de carrillada son, literalmente, 2 trocitos de carne e infinidad de patatas fritas, y además ni siquiera estaba especialmente buena. Mi amigo pidió entrecot, que sí que estaba algo mejor en cuanto a cantidad y calidad. En resumen, que tienen suerte de que en el pueblo hay, literalmente, 3 bares, y los demás estaban llenos. Un ejemplo claro de que cualquiera no vale para trabajar en un bar y de que, por querer ahorrarte el sueldo de llamar a un camarero extra en un día tan fuerte (Domingo de Ramos, buen tiempo, cierre provincial, y un grupo grande para la visita guiada de la oficina de turismo), puedes acabar dando un servicio lamentable. Adjunto foto vaya a ser que encima me salgan con que la opinión es falsa.Más

Alejado de las grandes ciudades, uno tiene la suerte de encontrar todavía lugares donde la gastronomía se sigue escribiendo con mayúsculas. Aparcamiento fácil en la puerta o muy cerca, servicio atento y comida con sabores muy buenos y grandes cantidades. Tiene terraza, bar con venta...de productos típicos de la zona y restaurante. Respeto al producto y materias primas de la comarca. Si estás por esa zona... merece la pena. 100% recomendable.Más

Excelente comida,buen servicio,buen ambiente,en un rinconcito de almedinilla,mis felicidades rafa,volveremos y mucho,gracias