El restaurante, situado en la quinta planta del Hotel Mandala, es realmente acogedor, con un ambiente enmarcado en cristales y plantas que sugiere... generosidad. El menú es de los típicos (últimamente típicos) en restaurantes estrellados: elige el número de platos del menú y te cobraré...proporcionalmente. Y así la cocina puede funcionar racionalmente. Al ladito de Postdamer Platz, en un entorno elegantemente simple, Facil ofrece unos platos muy bien acabados, con puntos de cocción exactos y combinaciones acertadas. El servicio es muy atento y nada intrusivo (lo que se supone en un dos estrellas Michelín), así que disfrutamos de... ¡todo el menú! Y todo el menú son ocho platos (en realidad pedimos -mi mujer y yo- cuatro platos diferentes cada uno, para probar el menú completo). El vino es carísimo, y tomar un buen Riesling supone pagar un precio exorbitante. Pero forma parte del ritual Michelin: márgenes desproporcionados para mantener el statu quo. Reconozco que la cena, considerando su puro aspecto gastronómico, fue excelente: sabores temperados, combinaciones acertadas y regusto feliz. Así que este restaurante (2 estrellas Michelin) merecería una calificación "excelente". Pero una pequeña costa enturbió la velada: recibí un mensaje en el teléfono y al abrirlo se disparo un vídeo con sonido, que corté rápidamente, pero no tan rápido como para que el camarero no me llamara la atención. Y eso me pareció intolerable, porque le espeté: ¿No cree que estos clientes alemanes de al lado, con sus risas de insoportable volumen y sus comentarios groseros, hacen mucho más ruido que mi teléfono?. La respuesta... ¡No le entiendo, caballero! me forzó a pedir la cuenta (casi 400€) y a marcharme rápidamente del local. Porque en un restaurante estrellado las formas cuentan; y cuentan sobre todo lo demás. Otorgo una puntuación de cuatro porque estoy seguro de que los cocineros no tienen la culpa y su labor fue impecable; pero merecen una puntuación de 2 por la actitud, que me dejó un agrio gusto xenófobo. O quizás no tenga la razón yo, y en tal caso definitivamente este restaurante no es para míMás