Pasa desapercibido,sobre todo su tranquila terraza ubicada en un balcón de la urbanización,sin ruídos del tráfico ni el paso de los viandantes. Cerveza bien fría,una correcta atención y una cocina sencilla,casera,desde unas patatas revueltas (al pelotón),a un pulpo simplemente delicioso, y encima de comerse bien...se paga barato. Busquen el sitio sin dudar, repetirán a buen seguroMás