La chica que recibe en la puerta es muy amable y simpática, en principio todo bien, nos asignan mesa y empieza el desorden, tenemos que pedir varias veces que nos tomen nota, luego nos traen platos que no son lo que ordenamos, y al traer...la cuenta nos cobran el pan, el cual nunca pedimos ni comimos, el camarero, un chico joven con malas maneras insiste en que nos puso pan, bueno le faltó pegarnos, muy grosero, de verdad qué ganaría yo quitándole 3 euros a un restaurante?, Si no quiero pagar el pan es porque NUNCA lo comí y solo pido un trato justo...la comida estuvo buena pero no volveremos.Más