Entramos y nos sentamos, me acerco a la barra a mirar las botellas de alcohol que tienen para decidir qué pedirme y (atención) el camarero que estaba en la barra se da la vuelta y apaga la luz de la vitrina (detrás de la barra),...me mira con mala cara y sigue con sus cosas... No era hora del cierre ni nada por el estilo. Evidentemente tal y como tuvo ese gesto feísimo con un cliente sin venir a cuento me di media vuelta y nos fuimos del local para no volver jamás. Si les molesta que un cliente se pare un minuto a mirar sus botellas de alcohol... eso da que pensar... el motivo por el que se ponen nerviosos... Un despropósito. Nos fuimos a otro sitio a consumir donde nos trataron de p*** madre. Será por pubs y bares en el centro.Más