Eramos 5 adultos y 2 niños, uno de ellos con varias alergias alimentarias, el camarero ha sido muy atento y cuidadoso. Nos ha explicado cada uno de los platos y ha procurado que al niño no le faltara de nada.
Comida abundante, bien preparada, casera...y con la posibilidad de probar diferentes sabores del mundo.
Sin duda un lugar para volver.Más