Decidí reservar para cenar aquí por sus buenos comentarios. Pedimos algún pintxo, racciones (📸) y de postre goshua, recomendada por el camarero/dueño. El revuelto de foie y trufa nos gustó mucho, a pesar de que la trufa pasara desapercibida. Y la goshua es distinta a...la original, pero está rica. Eso sí, para pagar, en efectivo. La atención fue correcta, aunque obviaré los cuchicheos de los dos camareros jóvenes en la barra. En definitiva, salimos sorprendidos después de esos comentarios y lo corriente que nos pareció a nosotros.Más