Hemos repetido en este restaurante tras unos años, y no defrauda.
Tranquilidad, local cómodo y personal correcto. La carta sigue con la misma calidad a la que recordamos. En esta ocasión, hemos pedido: Mini burguer black angus, Burratina sobre tomates, Croquetas de pollo y curry....Todo muy bueno, pagando junto a agua y refrescos unos 44€.
Sigue siendo una buena opción de tapas en pleno centro de Palma.Más