Al principio parecen secos y altivos por su caracter isleño, pero luego de tratar con ellos un par de veces, son gente llana y amable, que es lo que cuenta en un hotel de este tipo.

Fuimos con media pensión al hotel Jardín Tecina y optamos por utilizar la media pensión en ese restaurante, con ella pagas con un descuento del 25 por ciento lo de la carta, o puedes tomar un menú que te sale 9.90 que consta de primero,...segundo y postre, las bebidas no están incluidas. precio medio unos 35€Más

Es un remanso de paz para pasar un día diferente y muy agradable. La calidad de la comida es estupenda y el personal fantástico.Más

Estuvimos hospedados en el hotel Jardin Tecina y almorzabamos en este restaurante, es maravilloso, la comida a la carta, todo fresco y sofisticado, sabores exquisitos. Servicio inmejorable y trato amable. Súper recomendable

Pues estuvimos comiendo bastante normalito. Le pedí al camarero una copa de vino blanco de la casa y me cobraron 8,50€ sin avisarme de nada, y eso que era el metre el que me estaba sirviendo. El servicio fatal para un sitio como este. No...lo recomiendo. Hemos estado en muchos sitios de las islas y este el peor desde luego.Más

Me encanta este lugar , no me canso de volver cuando estoy en la Gomera . Es espectacular ,sus instalaciones ,sus trabajadores ,muy profesionales ,y se come divinamente divinamente.

El entorno del Club Laurel en el hotel Jardín Tecina es inmejorable, pero comer en su restaurante no nos ha parecido una experiencia para repetir. Como ya he leído a algún otro usuario por aquí, no saben cocinar el pescado (reseco y salado) y en...general abusan de la sal en exceso. Pedimos una focaccia para compartir como entrante y nos sorprendió lo salada que estaba, pero lo dejamos correr pensando que sería algo puntual. Como plato principal, mi hijo pidió un risotto y, como no le gustó al probarlo, se lo cambié por mis ñoquis; no pudimos terminar ninguno de los dos platos de lo salados que estaban. Se lo comentamos al maitre y nos propuso traernos otra cosa, pero declinamos su ofrecimiento porque la verdad es que no nos apetecía volver a tentar a la suerte. Igual tuvimos mala pata ese día, pero no nos pilla precisamente a la vuelta de la esquina como para volver a darle otra oportunidad.Más