Acudimos a este establecimiento por recomendación! Hemos pedido unas rabas que la verdad es que estaban ricas, viene.n acompañadas de aros de cebolla y eso las hace diferenteS! Ricas! Y pedimos un pescado al horno para dos personas ( San Martín de Cantabria) por recomendación...del camarero! Nos lo mostró en una bandeja y parecía grande, pero cuando llegó a la mesa parecía que lo habían centrifugado en la lavadora….pequeñísimo! El plato se salva porque está bueno…en la carta ponía ( precio según peso) pero no ponía cuanto costaba el kilo…..fallo de no preguntar! Ya que cuando pedimos la cuenta nos clavaron 60 euros por el pezqueñín que en un principio pesaba 1,2 kg. Antes de pedir pescado en este sitio, hay que preguntar por el precio del kilo, ya que la sorpresa está asegurada!
El postre, leche frita, riquísima!Más