Pedimos consejo a un par de nativos sobre algún bar nada turistón para cenar de tapeo, donde suela ir la gente con pedigrí de Toledo. Nos recetaron esta taberna sin dudarlo y, tras ver atardecer desde la azotea del hotel Carlos V, llegamos allá dando...un paseo y tirando de mapa. Conseguimos mesa en la plaza/terraza, un rincón tranquilo, ajeno como queríamos al tráfago del centro. Todas las medias raciones que pedimos ricas y generosas, tirando a completas: patatas bravas --que lo eran, no esas mansas (no picantes) que como bravas sirven en otros sitios--, oreja a la plancha, chipirones encebollados y, de remate, la típica cazuela de carcamusas. Como digestivo, un gintonic con la ginebra local 1085, fecha cuya relevancia para la ciudad nos habían explicado esa mañana; por lo tanto, un trago bien didáctico para abrochar el día. Los camareros muy majos, además.Más