Parece que le molestaba todo. Nos pedimos 4 cervezas, 2 rondas. Le pedimos la segunda ronda y ni nos mira, se va corriendo para adentro. Le pido la cuenta, se va otra vez cantándomela de lejos. Le digo, que por favor saque el datáfono, no...sale. Paso dentro, pago en barra, el camarero de dentro fue majo, la verdad. Le digo que he tenido que venir porque el compañero no salía y tenía pinta de pasar de nosotras, le tiro la indirecta diciéndole que ‘siempre hay que dar un buen servicio’ y el señor de las gafas, cogiendo otras bebidas, lo coge al vuelo y se calla. Que no se le olvide, que siempre hay que tener buen trato con el cliente, y más si son de la zona😉Más