Ya que sólo íbamos dos días a Barcelona, mi pareja y yo buscamos lugares con encanto para comer. Recasens aparentaba ser una de las mejores recomendaciones del lugar y como no, accedimos a ello.. Nada más llegar nos pidieron el código QR (certificado de vacunación)...y eso nos agradó puesto que vimos que era un local responsable. Nos mandaron a una mesa arriba, no te indican cual ni nada: 'pa arriba'. Tardaron bastante en cogernos la comanda, hasta que la zona superior no estuvo prácticamente llena no cogieron pedido de ninguna mesa.
Nos encontramos sin atender, hacinados, camareros que se subían y bajaban la mascarilla a su antojo y muy despistados, cayó una copa al suelo y con el pie apartaron los cristales pero nadie vino a barrer..
En cualquier caso, la comida la encontramos muy rica y de calidad pero no pudimos disfrutar apenas de ese momento, queríamos cenar e irnos.
La decoración del lugar era curiosa y original.
Cómo hubiéramos disfrutado del restaurante?
+ Camareros más agradables y profesionales, ademas de intentar cuidar la imagen
+ Menos mesas, menos hacinamiento = tranquilidad, poder conversar tranquilamente
+ La importancia de la pulcritud, higiene...(desde el suelo, las servilletas del aceite impregnadas, agua mal filtrada, embutido por las escaleras...)
Gracias Recasens, estuvo muy rico pero ni vuelvo ni os recomiendo.Más