Hay que valorar el producto con arreglo a las virtudes que se presuponen a un restaurante “Dos Estrellas Michelín” y, por tanto, supongo que donde todo tiene un precio, la sorpresa o extrañeza a un precio de 340 euros p/p (sin maridaje) no tiene cabida...en estos sitios. Realmente, esperas una “experiencia” que exceda el mero comer y beber que son placeres de esta vida. Creemos que lo consiguen, así que solo por eso, el lugar es recomendable.
La puesta en escena es adecuada. Primero un vermú con dos tapas pequeñitas, elaboradas, de largo nombre y buen sabor y muchos “mases” más. La limpieza de las instalaciones, amplitud, iluminación, sonido ambiente, número de personal, vestimenta y aspecto son correctos. Se agradece la cordialidad bien medida.
La zona de bodega donde se sirve un champán y el pequeño reservado que dedican a los finos de Jerez son muy originales. De nuevo el aperitivo es adecuado y, creemos, bien elegido. En nuestro caso, somos más de tierra que marinos, pero la calidad del producto y la elaboración son excelentes. Y no cabe esperar menos, claro, dado el restaurante donde se sirve, cocina y degusta.
Después te suben en un ascensor a cocinas y allí sirven dos aperitivos más. Excelente y fantástico el lugar. Así da gusto. Amplio, espacioso, limpio, ordenado, diáfano y con personal centrado en su trabajo. El lugar transmite sencillez y orden, esencial porque es donde te sacan la comida.
Una vez en salón comedor, llegas a una zona que aun concurrida, presenta la amplitud necesaria y exigida por la privacidad en la medida que debe ofrecer una comida en un establecimiento público. Los platos son excelentes. En nuestro caso 9 degustaciones o pases compuestos cada uno de 3 platos diversos. Se dedica cada pase o degustación a un producto concreto. Los mejores, a nuestro parecer, los que emulan al producto sencillo de toda la vida (por ejemplo, el cochinillo, o las angulas bilbaína y el consomé de bienvenida, excelente.
El maridaje merece la pena solo si aprovechas la abundancia y conoces la variedad. En nuestro caso, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Bien las recomendaciones del sumiller, correcto para nuestro nivel de exigencia. Elíjase bien el vino en la bodega, no obstante.
Realmente, “Coque” es una experiencia y cuando detrás hay alguien que sabe de qué va su negocio y ejecuta bien la propuesta, solo cabe la admisión de la crítica, pero el resultado es excelente. Nuestra enhorabuena a todos.Más