Fuimos a comer porque nos pillaba de camino y nos parecía una opción rápida pero, al entrar, nadie nos hizo caso a pesar de que no había gente. Tuvimos que preguntar y entonces nos explicaron que teníamos que pedir lo que quisieramos a su otro...compañero...en fin...
El local es de esos que vas eligiendo los ingredientes para hacerle un poke a tu gusto o elegir dentro de una escueta carta.
Mi pareja escogió una opción que te hacen ellos pero la sorpresa fue que no les quedaba ni salmón ni aguacate, es decir, dos de los ingredientes más típicos del poke bowl...
Al oír ésto para mí ya no tenía sentido comer ahí porque precisamente lo que me apetecía de ese tipo de plato es que lleve ambos ingredientes.
En definitiva...pagamos el plato que ya había pedido mi pareja y lo pedimos para llevar y nos largamos de allí. Deberían habernos comentado antes de pedir que no disponían de todos los productos...
Decepcionante total, y por supuesto, no volveremos!Más