Los edificios residenciales de varias plantas y sus balcones decorados flanquean las hermosas y tranquilas calles tradicionales de Chamberí, donde a pie de calle se reparten modestos escaparates y tabernas del barrio que colocan aquí y allá sus terrazas en la acera. Aunque la zona no siempre está llena, a todas horas se ven personas por la calle, entrando en pequeñas panaderías, tiendas de informática y estancos, o pasándose por una cervecería, luminosa y austera, para tomarse un café o una caña en la barra mientras lee el periódico y consulta la sección de deportes. La plaza circular de Olavide, donde nace una red bastante regular de calles, es uno de los núcleos más vivos y verdes de la zona. Se encuentra rodeada de restaurantes y de solicitadas terrazas que llenan el centro de la plaza donde la gente se relaja con el sonido de los niños jugando en el parque y las melodías de los músicos que tocan en la calle.