Era uno de los tres restaurantes que tenía en mi lista de la ciudad y al único que pudimos ir. Vistas las alabanzas previas, pensamos que sería un placer cenar allí, pero quedamos bastante frustrados.
Elegimos el menú degustación, aún a sabiendas que era un...precio alto (todos los restaurantes nórdicos lo son, y mucho), con la idea de saborear la cocina feroesa.
Los platillos que fueron llegando no nos sorprendieron en exceso; más bien al contrario.
El único, un mejillón gigante muy sabroso, lo plantaron sobre una tostada de pan que se les había quemado. Glups!
Pero cuando sirvieron unos mejillones normales nadando en una salsa a base de crema de leche y ¡chorizo! pensamos que el chef estaba practicando algún tipo de modernidad muy mal entendida.
El plato estrella, del que habíamos leído elogios en esta misma web, era la sopa de pescado.
Olvídense los lectores de la que han tomado hasta ahora: aquí, el caldo o fumet llega aparte, mientras que los ingredientes (bacalao fresco, gambas...) se sirven en un gran plato.
Si bien los productos son de calidad (faltaría más), el conjunto, que ha de unir el comensal, resulta insípido, sosote...
Así, el resultado es como si a una merluza hervida le sirviera el lector un chorrito de caldo de pescado del súper.
Salimos desolados del local... y encima, seguía lloviendo.Más