Éramos cuatro amigos. Nos colocan en una mesa con una columna que ocupa uno de los lugares lógicos para sentarse, lo que hace que dos personas tengamos que estar juntos en una esquina. Pedimos que nos reubiquen a otra mesa vacía en la esquina, pero...no es posible porque ya está "todo organizado". En esa mesa acaban cenando "tres personas". El simple cambio de mesas hubiera estado bien para ambos. A mitad de la cena vemos un cartel que avisa que NO SE PUEDE PAGAR CON TARJETA. Precisamente ahora, en plena pandemia. Pues ala, a salir a la calle por turnos a buscar un cajero para poder abonar la cena "en efectivo". Bravo, habéis conseguido que no vuelva.Más