Si estás por la zona, lo recomiendo con los ojos cerrados. En nuestro caso, salimos de Aventura Amazonia, donde, por cierto, pasamos una mañana espectacular, y de allí nos dirigimos a almorzar.
Un lugar donde comer de lujo. Platos abundantes, de sabor extraordinario y mejor...servicio si cabe. Un camarero atento y educado que te recomienda qué tomar y si has pedido de más o te has quedado corto. Muy sabrosa la berenjena con un rico tomate casero, también las albóndigas en salsa y carnes que quitan el sentido con una magnífica guarnición de patatas fritas caseras, y todo ello regado con un buen tinto verano de peculiar sabor, fruto de una curiosa mezcla de licores de la zona.
Para rematar, un helado de pistacho.
No perdáis la ocasión, porque yo, en invierno, pienso regresar.Más