Pedimos el carpaccio, la ensalada de canónigos y la vieira como entrante, rodaballo y cochinillo de segundo y de postres la torrija y el cremoso de chocolate. Todo muy bueno, pero a destacar el carpaccio, la vieira y el cochinillo, la torrija del postre estaba...espectacular, aunque el helado de pistacho que la acompañaba quizás lo peor de toda la comida. Destacar también el pan. Poco más de 100€ para dos personas, acorde a la calidad de los platos y el servicio. Muy recomendable.Más