Estuvimos desayunando mi pareja y yo un domingo, la verdad que de casualidad ya que al salir de nuestro hotel nos disponíamos a buscar un sitio para desayunar y al verlo, decidimos entrar y preguntar.
Pedimos dos zumos de naranja natural, un café con leche...y dos molletes con tomate natural, aceite y jamón.
Estaba muy rico y el camarero fue mi amable desde que entramos hasta que nos fuimos.
La única pega es que el local es demasiado pequeño y además hacía bastante frío, pues las mesas están junto a la puerta, pero la ubicación es muy buena en pleno centro histórico.
Muy recomendable.Más