Vamos a empezar, el sitio está muy bién, es amplio, buen parking, todo muy limpio y cuidado, los comedores, tanto la terraza como en el que estuvimos son muy agradables, bueno igual la música podría estar algo más baja pero no es trascendente, buena distancia...entre mesas, la vajilla y la mantelería perfecta, lo que se espera en un sitio de toda la vida.
La comida: el pastel de puerros muy rico, una ración decente con un precio razonable, las croquetas, la de compango exquisita, la de callos deliciosa, la de jamón rica, pero por ese precio en mi caso no la pediré de nuevo porque en mi opinión una buena croqueta podría tener ese sabor aunque estuviese hecho con un jamón más asequible sin ese precio; si me gusta el jamón lo disfruto más pidiendo la ración de Joselito que tienen en carta.
Ahora, los callos exquisitos, cumpliendo las 3 P, pequeños, pegañosos (pegajosos), y picantes, con una buena ración de patatas y un precio muy razonable; a la hora de pedir, el dueño que se encarga tomar la comanda nos recomendó las cantidades estupendamente media ración, emplatando por separado, buen detalle, y por último el rollo de bonito, extraordinario, como los que hacía mi abuela, una delicia. El postre rico, y los cafés sin invitación pero con unas minimarañuelas que hacen ellos. Ah por cierto, antes de empezar nos sirvieron un vasito de gazpacho casero y una copa de algo espumoso, no recuerdo si sidra, cava. Total que sales bién, digamos que le pondría las 5 estrellas, sobretodo si quieres quedar de lujo con gente que traes de visita a Asturias.
Ahora voy a lo que más nos alucinó y por ello no le pongo las 5 estrellas; cuando acabamos la comida el dueño nos hizo un tour por las instalaciones del restaurante, por la cocina, (impoluta por cierto), terraza con la gente comiendo, por la tienda que mantienen, donde también había una mesa con gente comiendo, explicando los productos que venden y comentando que alli comen muchos famosillos de Asturias, jugadores de futbol y periodistas deportivos y que nos sirvió a posteriori para hacer chanza, ya que a nosotros no nos importa quien coma alli ( siempre que eso no sirva para inflar los precios, que espero que no sea el caso) lo que nos importa es salir satisfechos, asi que como humilde sugerencia prescindiría de esa parte de la experiencia gastronómica, y para los comensales que piensen en ir, si pregunta decidle que ya habeis estado con anterioridad.
Asi que en conclusión, volveremos a probar el arroz con pitu caleya, otra de las especialidades de la casa y en el que tengo puestas muchas expectativas, ya que lo he comido realmente excepcional varias veces en otros dos restaurantes de Asturias, y así ponerle las 5 estrellas.Más