Fui a comer con mi pareja por San Valentín. El trato excepcional, tanto en los momentos previos a la reserva de mesa como in situ. Seleccionamos un menú degustación. Comida variada, abundante, sabrosa, deliciosa, servida a la temperatura perfecta y además, añadiendo un pequeño detallito...personalizado al postre como sorpresa final. Estuvimos en la terraza, y aunque el tiempo es cierto que acompañaba muchísimo pese a ser febrero, al estar semi-cubierta se está de lujo, y tienen calefactores en caso necesario. Sin duda, altamente recomendable.
Lo próximo, en estos tiempos tan complicados de pandemia, será probar el servicio a domicilio, que estoy convencida de que tampoco defraudará.
Eso sí, importante, se recomienda reservar mesa, afortunadamente en nuestro caso conseguimos reservar la última que les quedaba disponible para ese día, y fue un gran acierto.Más